Reunión familiar 21/04/2024
Tema: "Crecer en orden."
Pastora: Carolina Huitraiñan.
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#somosbetesda
#somosfamilia
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Introducción
Una de las cosas que más me ha llamado la atención en el contexto cristiano son sus frases célebres. Algunas de ellas no hacen mal, por ejemplo: “No planifiques nada y déjalo a Dios, ya que Él hace como quiere”, “Tú dale y por el camino arreglas la carga”, “Lo importante es que lo hagas de corazón, no importa si sale mal”. En muchas ocasiones he escuchado esta palabras dándole una connotación negativa al orden, a la planificación y a la organización en el que hacer ministerial de la iglesia. Incluso en nuestras vidas, en lo más personal, para muchas y muchos poner las cosas en orden es no darle libertad al Espíritu Santo para que obre. Es este mismo argumento el que genera, en primer lugar, una distorsión de la obra dinámica y viva del Espíritu Santo que es Dios en nosotros; segundo, genera en nosotros displicencia; tercero, nos invita a la falta de objetivo para alcanzar las promesas preciosas que tenemos como hijos e hijas de Dios.
Comenzamos señalando que orden y organización no son los mismo. El orden es establecer prioridades en nuestra vida, y la organización es la estrategia para ejecutar dicha prioridad. A modo de ejemplo, todo este mes hemos hablado de nuestra asignación. El orden aquí sería qué vas a priorizar, qué pondrás como lo más importante para tu vida. La organización es cómo llegarás a poner en lineamiento tú vida para cumplir con tu asignación. Algunos tomarán desafíos
ministeriales; otros, tienen que ordenar su vida en lo personal dejando antiguas prácticas y adquiriendo nuevas; algunos deberán decidir sobre sus amistades, etc.
Es por eso que en este día recibiremos preciosos principios para que nuestras vidas, estas integralmente, sean impactadas por toda la sabiduría que posee la siempre viva palabra de Dios.
"En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. A la luz la llamó «día» y a las tinieblas, «noche». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el primer día." Génesis 1:1-5
Tema: "Crecer en orden."
Pastora: Carolina Huitraiñan.
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#somosbetesda
#somosfamilia
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Introducción
Una de las cosas que más me ha llamado la atención en el contexto cristiano son sus frases célebres. Algunas de ellas no hacen mal, por ejemplo: “No planifiques nada y déjalo a Dios, ya que Él hace como quiere”, “Tú dale y por el camino arreglas la carga”, “Lo importante es que lo hagas de corazón, no importa si sale mal”. En muchas ocasiones he escuchado esta palabras dándole una connotación negativa al orden, a la planificación y a la organización en el que hacer ministerial de la iglesia. Incluso en nuestras vidas, en lo más personal, para muchas y muchos poner las cosas en orden es no darle libertad al Espíritu Santo para que obre. Es este mismo argumento el que genera, en primer lugar, una distorsión de la obra dinámica y viva del Espíritu Santo que es Dios en nosotros; segundo, genera en nosotros displicencia; tercero, nos invita a la falta de objetivo para alcanzar las promesas preciosas que tenemos como hijos e hijas de Dios.
Comenzamos señalando que orden y organización no son los mismo. El orden es establecer prioridades en nuestra vida, y la organización es la estrategia para ejecutar dicha prioridad. A modo de ejemplo, todo este mes hemos hablado de nuestra asignación. El orden aquí sería qué vas a priorizar, qué pondrás como lo más importante para tu vida. La organización es cómo llegarás a poner en lineamiento tú vida para cumplir con tu asignación. Algunos tomarán desafíos
ministeriales; otros, tienen que ordenar su vida en lo personal dejando antiguas prácticas y adquiriendo nuevas; algunos deberán decidir sobre sus amistades, etc.
Es por eso que en este día recibiremos preciosos principios para que nuestras vidas, estas integralmente, sean impactadas por toda la sabiduría que posee la siempre viva palabra de Dios.
"En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. A la luz la llamó «día» y a las tinieblas, «noche». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el primer día." Génesis 1:1-5