¿Tan solo perdonar y contenerse?
JOHN PIPER
"Si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde...
Gálatas 6:1
El matrimonio no debería ser (y, con lagracia de Dios, no tiene por qué serlo) un espacio de tiempo estático habitado por personalidades inmutables en conflicto constante. Incluso eso es mejor que el divorcio a los ojos de Dios, y tiene una gloria propia. Sin embargo,no es la mejor representación de Cristo y de la Iglesia.
Así que Dios da gracia no solo para perdonar y para contenerse, sino también para ser transformado, de manera que sea menos necesario perdonar y contenerse.
La gracia no es simplemente la capacidad de devolver bien por mal, sino también la capacidad de hacer menos mal. Incluso la capacidad de ser menos fastidioso.
Y, a veces, para ser transformados, necesitamos ser confrontados.
En la relación de Cristo con la Iglesia, está claro que Él busca transformar a Su esposa en algo moral y espiritualmente hermoso (Ef. 5:26-27). Esto implica que el esposo, quien debe amar como Cristo, tiene la responsabilidad única del crecimiento moral y espiritual de su esposa, lo cual a veces requerirá confrontación.
Sin embargo,si el esposo es amoroso y sabio, a una esposa humilde esto le resultará un servicio y no una humillación. Cristo murió para purificar a Su esposa. Es más, le sigue hablando en Su Palabra con la visión de aplicarle Su sacrificio para transformarla. Por eso, el esposo sabio y amoroso busca hablar de manera que lleve a su esposa más y más a la conformidad a Cristo.
De manera similar, las esposas no solo se someten, sino que también son hermanas amorosas. Hay una manera única en que una esposa sumisa puede ser una hermana amorosa (y, a veces,contenciosa) con su hermano-esposo imperfecto, a medida que busca transformarlo. De vez en cuando, ella pondrá en práctica Gálatas 6:1: "Si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde".
Tanto esposo como esposa también deben obedecer Mateo 18:15 según sea necesario, con la conducta y en el contexto únicos que requieren el liderazgo y la sumisión: "Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta".
El perdón y el dominio propio son el fundamento sólido sobre el cual se puede escuchar con esperanza y seguridad el llamado a cambiar, en lugar de escucharlo con temor y con una sensación de amenaza. Solo cuando un cónyuge siente que el otro está absolutamente comprometido con él (aun si no cambia), el llamado al cambio puede percibirse como gracia, en lugarde un ultimátum.
Así que, de estas y otras observaciones que podrían hacerse del Nuevo Testamento, espero que quede claro que el matrimonio no se trata tan solo de perdonar y contenerse. También se trata de confrontar, con amor y sabiduría, según el llamado del liderazgo y la sumisión.
Para conversar
¿Cuándo fue la última vez que uno confrontó al otro en amor?
Decídanlo ahora mismo: cada uno de ustedes
quiere que lo confronten con gracia pero claridad cuando se encuentran en
un camino destructivo, ¿no?
¿Y quién mejor para hacerlo que tu cónyuge?
Invítense mutuamente a hablar verdad a la vida del otro.
Después, en el futuro,recuérdense esa invitación cuando alguno se ponga a la defensiva.
Quieres compartir tu opiniones, escribenos ....lazosmatrimonios@gmail.com