Debemos traer a la memoria constantemente la naturaleza y voluntad de nuestro
Dios
La victoria sobre Faraón y el cruce del Mar Rojo representan un momento crucial en la historia de Israel, simbolizando la liberación del pueblo de la opresión y la esclavitud en Egipto. Este acto divino no solo fue un milagro de liberación, sino también el inicio de un nuevo propósito: llevar a Israel a la Tierra Prometida, un lugar descrito como "que fluye leche y miel":
“Por eso me propongo sacarlos de su opresión en Egipto y llevarlos al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos,
heveos y jebuseos. ¡Es una tierra donde abundan la leche y la miel!”
Éxodo 3:17 NV
a) El texto aborda la importancia del Shemá (Deuteronomio 6:4)en la fe de la nación de Israel y su relevancia en un contexto de idolatría. Moisés, al recordar la unicidad de Dios, establece una base sólida para la relación entre Él y su pueblo, enfatizando la necesidad de enseñar y transmitir esta verdad a las nuevas generaciones.
b) La exhortación a grabar y hablar de estas verdades refleja una estrategia intencionada para fortalecer la fe y la identidad del pueblo en medio de influencias externas que podrían llevarlos a la idolatría. Esta enseñanza es crucial no solo en el contexto bíblico, sino que también se puede
aplicar a nuestro tiempo actual, donde el secularismo y otras "divinidades" modernas pueden desviar nuestra atención y visión.
c) La idea de que la idolatría es un adulterio en relación con Dios y su ley resuena con la necesidad de mantener una fe genuina y comprometida, incluso cuando se enfrenta a presiones culturales que buscan erosionar esos valores. En este sentido, la enseñanza y recordatorio constante de la
verdad divina son esenciales para preservar la fe en un mundo cambiante.