Introducción

La noche que Jesús fue traicionado para ser llevado finalmente a la cruz, fue la última que pasó
con sus discípulos. Todo lo que dijo esa noche quedó grabado en sus mentes y se transformó en
una guía para sus vidas. Pero Jesús no solo habló, sino que hizo algo que tuvo el poder de
demostrar la razón por la cual vino al mundo.

Jesús lavó los pies de sus discípulos. Un acto de servicio humilde. Según los discípulos, un acto que
no se correspondía a su condición de maestro y Señor. Para los discípulos, hacer lo que Jesús
estaba haciendo era un acto que lo denigraba como persona. No obstante, para Jesús, era el acto
que demostraba su razón de ser.

¿Cuáles son las certezas que tenía Jesús y que dan sentido al servicio que hizo esa noche?