LazosMatrimonios

Escrito el 10/07/2023
LazosMatrimonios .


Nuestros matrimonios dependen de nuestra adoración a Cristo y de nuestra confianza en Él.

                                                                                                         Rob Green

 
"Por encima de todo vistanse de Amor que es el vinculo perfecto"
(colosenses 3:14)
 
Las responsabilidades del esposo son enormes, pero no son pesadas. Para poder cumplirlas el esposo debe depender continuamente de Cristo, reflexionar constantemente en el evangelio y en las verdades bíblicas, y estar dispuesto a caminar en humildad.
Una de esas responsabilidades, como nos enseña Efesios 5, es la de amar a nuestras esposas:
“Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a Sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable. Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de Su cuerpo. ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo’. Esto es un misterio profundo; yo me refiero a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo”, Efesios 5:25-33 (NVI).
Esto es muy retador, y el texto bíblico incluye varias observaciones que son de mucha ayuda.
Primero, el mandato a amar es dado tres veces en unos pocos versículos. Hombres, parece ser que necesitamos escuchar este mandamiento varias veces. Amar a alguien con un amor bíblico no es fácil. Significa escoger dar, servir, cuidar, proteger, y proveerle a alguien aun cuando ella te haga sufrir. Si Dios lo permite, tu matrimonio no pasará por muchos momentos donde debas amar a pesar del maltrato. Sin embargo, toda persona que haya estado casada por algún tiempo sabe que hay momentos donde debemos amar a pesar de que lo natural sería querer vengarse.
Segundo, el amor del esposo es comparado con el amor que Jesús tiene por su iglesia. En Efesios 5 ese amor es descrito como uno que da y que santifica. El amor de Jesús por su iglesia le costó grandemente. Él fue rechazado, traicionado, y crucificado por la gente que amaba. Él soportó la ira de Dios porque los amaba. La Biblia llama a los esposos a amar a sus esposas como Jesús amó a la iglesia. No solo se trata de un proceso que llevaremos a cabo durante toda la vida, sino que es uno que requiere de la obra de Dios en nuestros corazones.
Nuestros matrimonios dependen de nuestra adoración a Cristo y de nuestra confianza en Él.
 
Recordar que Jesús ora por nosotros, cumple sus promesas, y nunca nos desampara ni nos deja nos da las fuerzas que necesitamos para amar a nuestras esposas como Jesús ama a Su iglesia. Es una labor que requiere de humildad cuando el orgullo clama por tener el control.
Tercero, este texto asume que te amas bastante a ti mismo. Nuestra cultura habla mucho acerca de la importancia de amarnos a nosotros mismos. Nos dice que solo podemos amar a los demás si nos amamos a primero. Pero el testimonio de la Escritura es que ya te amas lo suficiente. De hecho, hoy en día muchos se casan no porque aman a la otra persona, sino porque la otra persona les ayuda a amarse a sí mismos más que cualquier otra persona. Ese no es el patrón bíblico. La Escritura enfatiza que debemos amar a los demás.
Esposos, este llamado es enorme. Debe afectar la manera en que tratas a tu esposa cuando llegas del trabajo. ¿Le servirás o esperarás que ella te sirva? Debe afectar la manera en que hablas de ella con otros. ¿Vas a honrarla o a hablar de sus faltas y fracasos? Tu disposición a amar será revelada cuando quieras algo que ella no quiera. Quizás quieres salir a jugar fútbol o a compartir con tus amigos, o tal vez quieres intimidad. ¿Serás dirigido por el amor bíblico o por el amor propio?
¿Es fácil cumplir con este llamado? ¡Por supuesto que no! Pero es un ejemplo más de la importancia del amor, el cuidado, la gracia, y la compasión de Cristo contigo. Puedes elegir amar porque Cristo eligió amarte; puedes confesar tu egoísmo y confiar en que Él te dará el amor que necesitas darle a tu esposa. Puedes elegir dar porque Cristo eligió dar su vida por ti, y continúa dándote todo lo que necesitas para disfrutar a Dios y glorificarle (Fil. 1:6). Nuestros matrimonios dependen de nuestra adoración a Cristo y de nuestra confianza en Él. Solo así podremos amar a nuestras esposas como Cristo amó a la iglesia. Por eso es que Jesús debe estar en el centro de nuestras vidas.
 
 
Jessica Y william.